Ver las fotografías de Cecilia Renard es como leer un diario íntimo. La vida cotidiana sucede y ella la registra con una sutileza y un silencio propios de quien pone el foco en los detalles.
La piel y el mar pueden provocar la misma calma. En sus fotografías los instantes parecen quedar sostenidos en un tiempo casi onírico. Entrar en su universo significa recorrer un camino cuando atardece, imaginar el sabor de una fruta recién lavada, escuchar la forma en que los árboles hacen chocar sus ramas por la fuerza del viento.
Cecilia Renard, como Naguisa, prefiere lo que ocurre despacio, lo que se hace con cariño, aquello que remite a la identidad y hace de la materia un gesto poético.
Cuando en Naguisa conocimos a Cecilia, el alma se nos encogió y expandió en cuestión de segundos. Supimos entonces que era ella quien tenía que fotografiar nuestras colecciones y dimos pie a que esto sucediera. La conexión fue tan natural como obvia y Cecilia pasó a formar parte de Naguisa detrás del objetivo, y nunca mejor dicho.
Esta colaboración ha servido para que Cecilia describiera mediante su cámara y nuestra colección Agraria, la relación existente entre la artesanía y el paisaje. Enraizada en el pasado y pensada para perdurar durante mucho tiempo. Como se plasma en cualquiera de sus imágenes, en cualquier objeto existe un valor añadido que trasciende la función y se convierte en arte.
A día de hoy, una cuidada selección del archivo fotográfico de Cecilia Renard, en formato postal y también en 21.4 x 32.1cm, estará a la venta para ti en nuestra tienda de Ciutadella. Una exposición fotográfica “sin nombre”, para que tú mismo/a elijas ese atributo que a ti te sugiere el bonito placer de mirar despacio sus fotografías, como si el tiempo no pasara, o tuviera un ritmo diferente, el que tú también decidas.