CAMINANDO HACIA EL ALTAR: LA HISTORIA DE MARÍA Y SUS BOTINES BELLVER

María Collado siempre había soñado con una boda que reflejara su esencia y amor por la naturaleza. El pasado 4 de noviembre, ese sueño se hizo realidad en el bucólico pueblo de Treceño, Cantabria, rodeada de montañas, valles y el aroma fresco del bosque.

María, con su espíritu práctico y su conexión con lo artesanal, sabía que su boda no sería convencional. Rechazando la idea de unos zapatos de tacón tradicionales, buscaba algo que complementara su estilo único y su pasión por lo hecho a mano. En su mente, estaba claro: unos botines serían su elección para caminar por el monte en su gran día.

DETALLE DE LOS BOTONES EN CERÁMICA DEL VESTIDO HECHO POR MARÍA

Su atuendo reflejaba su alma creativa y su amor por lo artesanal. El vestido, una obra maestra hecha por ella misma, tejía la historia familiar con telas bordadas por su tía abuela. Los pendientes de porcelana, creados con sus propias manos y la ayuda de una amiga joyera, y la chaqueta de punto, un regalo de su tía, eran testigos de su habilidad y gusto por lo genuino.

Pero los botines eran una pieza clave que aún le faltaba. No quería algo común, sino botines que hablaran de su personalidad, que estuvieran hechos a mano, que fueran igual de especiales que el resto de prendas que pensaba vestir ese día, y que tuvieran un sentido más allá de un solo uso. Buscaba un color natural, que no restara protagonismo al conjunto y que pudiera usar en muchas más ocasiones.

La búsqueda parecía interminable, hasta que un día, navegando por la web de Naguisa, María encontró el modelo Bellver. Fue amor a primera vista. Los botines Bellver, con su elegante simplicidad, eran el complemento perfecto para su boda en el monte.

SERVILLETAS BORDADAS POR MARÍA

RECUERDO DE BODA: MACETAS EN CERÁMICA HECHAS POR MARÍA

BORDADO HECHO POR MARÍA PARA LOS RECIÉN NACIDOS

FLORES RECOGIDAS EN EL MONTE Y DE GRANJAS LOCALES

Aquel día fue tan maravilloso que María se tomó un momento para escribirnos y contarnos sobre su elección. Nos llenó de una ilusión tremenda recibir su mensaje, pero lo que realmente nos emocionó fue cuando nos hizo llegar las imágenes de ese día tan especial. Ver a María, radiante y auténtica, en medio de la naturaleza de Cantabria con nuestros botines, fue un orgullo y una confirmación de la esencia de Naguisa. Sus fotos son ahora un testimonio del papel que nuestros diseños pueden jugar en los momentos más significativos de la vida de nuestras clientas.

Los botines Bellver no solo complementaron su atuendo el día de la boda, sino que también se convirtieron en un tesoro de su vestuario, usados en innumerables ocasiones después. Gracias María, por confiar en Naguisa una vez más.

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