Aquí es donde sucede la magia

Nuestros diseños hablan de comodidad, feminidad y calidad, pero también reclaman preservar las antiguas tradiciones textiles relacionadas con el calzado hecho a mano. Nuestras alpargatas simbolizan la creación de oportunidades para la artesanía española y el orgullo de haber crecido con la ayuda de estos profesionales que llevan toda una vida dedicada a este bello oficio.

Cuando hace siete años nos lanzamos a la aventura de redescubrir el calzado tradicional de yute, buscamos por montañas, prados y mar el origen de esta tradición por calzar un zapato confortable. La senda nos llevó a conocer a diversos grupos de artesanos que llevan confeccionando alpargatas durante generaciones.

Allí descubrimos que, tras un proceso contemporáneo impregnado de reminiscencias del pasado, uno de nuestros bocetos en manos de un artesano, pasaba a convertirse en una sandalia.

Las madejas de yute, pasan — casi por arte de magia — de ser un embrollo de fibras a una perfecta trenza. Éstas, tras girar acompasadamente sobre una mesa, empiezan a coger forma y a entreverse lo que en breve acabará siendo una suela.

Tras reforzarla concienzudamente, los artesanos le añaden una capa de caucho natural mediante un proceso de vulcanización. De este modo, convierten un material natural en un zapato compacto con el que aíslan los pies del frío, la humedad y el calor, para disfrutar así de los días y las noches de verano.

El proceso que hace único a cada uno de nuestros diseños viene dado por los materiales, cada uno escogido cuidadosamente para que la comodidad siempre prevalezca en cada colección. Los cortes de piel o los tejidos de algodón se anudan a la suela mediante un proceso que subsiste desde hace siglos. La costura que une la parte superior a la suela se forma gracias al saber hacer y a la dedicación de los artesanos y artesanas que cosen a mano cada par de alpargatas.

Con este delicado proceso, basado en las habilidades y dedicación de estos artesanos locales, Naguisa garantiza una alpargata de alta calidad, que conserva todo el encanto de una tradición que perdura desde el siglo XIII.