Ésta podría haber sido una boda de película.

[…] Vi unos zapatos que me gustaban y dije: “¡Esos son los que quiero!” A veces no hace falta buscar mucho, simplemente, aparecen. Quizás suceda igual con el amor. […]  

Cientos de comedias románticas constatan que organizar una boda no es tarea fácil. Un catering erróneo, una tarta de boda accidentada o unas alianzas que no aparecen, son algunas de las pesadillas previas al día señalado. Obviamente la vida real no es tan melodramática, así que, ¿qué mejor que disfrutar de tu día sin preocupaciones a la vista?

Con esa fluidez y serenidad propia de una magnífica Wedding Planner, discurrió nuestra colaboración con Brunette Caravan. Bañados por la honesta esencia del Mediterráneo y en un enclave sin igual, los Jardines de Tramuntana en Mallorca fueron el telón de fondo para que el romance se convirtiera en compromiso. 

Botanical Romance escenificaba la sencillez de una novia que no precisa demasiado para transmitir mucho. Una mujer que no renuncia a la comodidad ni a la feminidad pero tampoco a la naturalidad ni a la elegancia. Y a los pies de esa fémina quiso Brunette Caravan que se encontrara Naguisa, calzándola y acompañándola en tal inolvidable día.

Suelen decir que el velo o el tocado y los zapatos son los que marcan la diferencia ese día, los que te hacen triunfar ante la atenta mirada de invitados y familiares. Y como no podría ser menos, The White Showroom se encargó de que así fuese. Bajo un gran sombrero de La Pecera Mallorca, se mostraba una radiante novia que lucía un vestido lencero de Otaduy. Ese distinguido estilismo se combinaba con el modelo trenzado Ila Crudo y el Peonia Crudo en yute, dos zapatos perfectamente protagonistas de momentos y ritmos distintos. 

Una colaboración que fue todo un placer, tanto por la exquisitez del proyecto, como por el elenco de profesionales que allí fuimos retratados por Katta Tubio, fotógrafa experta en bodas. 

Experimentado el gran trabajo de Brunette Caravan tras esta colaboración, constatamos que, en sus manos, lo único que realmente importa es que la boda soñada se convierta en una realidad, y eso es justo lo que ellos consiguieron.