Esta es la historia de cómo una emoción se convirtió en una ilustración y posteriormente en un amuleto. De cómo la delicadeza de Valentina Kalaydjian se materializó en una de las joyas de Joidart, y de cómo el mar mediterráneo y el viento de tramontana, las trajeron hasta nosotras.
N.: ¿Podrías definirte brevemente?
V.K.: Curiosa, sensible y muy emocional. Creo que soy una persona impulsiva y feliz, enamorada del Cap de Creus y actualmente, descubriendo l’Alt Pirineu.
N.: Como artista multidisciplinar, ¿Cuándo encontraste la conexión con el mundo de la joyería?
V.K.: Estuve trabajando unos años en Joidart como diseñadora gráfica y luego como social media manager. Durante ese tiempo aprendí muchísimo sobre los procesos creativos en el mundo de la joyería junto a Cristina Julià, directora creativa de la empresa. A su lado, poco a poco cada vez participaba más de los brainstormings, shootings y en definitiva, me integré en un mundo en el que el arte y el diseño se convierten en una pieza única y especial, una joya. Se acercaba el verano y un día Cristina me propuso plasmar algunas de mis ilustraciones en un concepto de colección, con pendientes, anillos, pulseras y colgantes. Nunca antes había colaborado en ninguna colección de joyas Joidart en su proceso creativo y esta fue mi primera experiencia, el vinculo entre mis ilustraciones y una colección de joyas reales, tangibles.
N.: ¿De dónde parte la idea de la colección Portlligat?
V.K.: Nacieron las piezas de la colección Portlligat del concepto de sello antiguo, nos inspiramos en cómo se cerraban las cartas, antes, con delicadeza y belleza. Esos detalles tan preciosos, esa experiencia de quemar un poco de cera para plasmar unas iniciales. Con las ilustraciones que siempre dibujo, muy finitas y minimalistas, empezamos a crear el concepto ilustrado para las joyas. Me dí cuenta que los Olivos son muy importantes para mí, ya que en Portlligat, las calas del Cap de Creus, se ven siempre acompañadas de estos árboles que tanto me fascinan: por su verde especial grisáceo y por su fuerza y compromiso con el viento de Tramuntana.