¿Hubo algún punto de inflexión que te llevó a dejar tu carrera como arquitecta para dedicarte a la cocina? ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere iniciar algún cambio similar?
La verdad que viví los estudios de arquitectura como muy largos y duros, no encontraba el espacio para ser creativa ni desarrollar un estilo mío de trabajar, o la libertad que necesitaba. Pero fue solo al acabarlos, y durante mi primer embarazo, que me paré a pensar en qué deseaba hacer realmente. Reflexionando ahora, quizá hubiera podido tener ese momento antes, pero necesité de ese cambio fuerte en mí como para que se pudiera producir. Así que agradezco todo lo aprendido en mis estudios, aunque haya luego cambiado de rumbo, y no puedo aconsejar otra cosa que confiar en la vida, no tener miedo, y sobre todo no perder la conexión con una misma y la escucha interna. El trabajo tiene que encajar en tu vida, y no al revés.