Si miramos tu cv intuimos a una mujer orquesta a la que le gusta estar activa y a la que le cuesta decir que no a un plan. ¿Estamos en lo cierto?
¡Totalmente! No solo es que me cueste decir que no, sino que soy muy curiosa y eso es lo que hace que se me llene la agenda y luego piense, ¿qué hago hoy sábado, en este evento presentando un acto sobre teatro cuando podría estar mi casa? En esos momentos, es en los que te das cuenta de que no siempre hay que decir que si a todo, pero aun así, no lo puedo remediar.
Tardeo y Ciberlocutorio son quizás la ventana con la que te ha conocido más gente. ¿Cómo surgió la oportunidad de capitanear dos pódcasts?
Por el azar. La oportunidad de Ciberlocutorio fue a través de Alicia Álvarez, una periodista musical, que era la encargada al principio del proyecto de Radio Primavera Sound. Alicia tuvo muy buen ojo y empezó a escribir a gente muy activa en Twitter que ella creía que podían encajar en el proyecto, aunque nunca hubiesen hecho radio.
Así nos contactó a Anna Pacheco y a mí. Ambas habíamos trabajo juntas en la universidad y somos muy amigas, además habíamos tenido algún proyecto en conjunto, así que preparamos un proyecto y se lo presentamos a Alicia. Y así nació Ciberlocutorio, en un momento en el que en España no había Podcast. ¡Se hacían en Estados Unidos y aquí se les llamaba “programa de internet”, imagínate!
Y luego Tardeo, sí que fue por casualidad. Yo venía del mundo de la publicidad, y justo estaba en el paro en ese momento, porque había dejado el trabajo por ansiedad. En aquel momento hacía producción audiovisual y me gustaba mucho editar videos y justo en aquel momento en Radio Primavera Sound necesitaban a alguien que les ayudase con el tema de edición de videos. ¡Así que fui mujer orquesta! Desde llevar cámaras, grabar videos, editar, hacer piezas para redes… Y justo llegó el verano y la persona que se encargaba del programa de tardes se fue y me lo propusieron a mí.
Nunca me había planteado hacer radio, había hecho prácticas en Cadena Ser, pero nunca me lo había planteado. Lo ví como una oportunidad y ¡desde entonces, cada tarde!