DIÁLOGO CON ANDREA GUMES

Si como nosotras, siempre estáis acompañadas de algún pódcast mientras trabajáis o cocináis, seguro que os suena el nombre de Andrea Gumes. Ella es periodista cultural y la encargada de capitanear Ciberlocutorio, y el programa diario de actualidad cultural, Tardeo en Radio Primavera Sound. Además, gracias a su hiperactividad, Andrea nos concede semanalmente algunos consejos a través de los horóscopos que escribe para Vogue.

Hoy hablamos largo y tendido con Andrea sobre cultura, astrología y estrés.

Si miramos tu cv intuimos a una mujer orquesta a la que le gusta estar activa y a la que le cuesta decir que no a un plan. ¿Estamos en lo cierto?

¡Totalmente! No solo es que me cueste decir que no, sino que soy muy curiosa y eso es lo que hace que se me llene la agenda y luego piense, ¿qué hago hoy sábado, en este evento presentando un acto sobre teatro cuando podría estar mi casa? En esos momentos, es en los que te das cuenta de que no siempre hay que decir que si a todo, pero aun así, no lo puedo remediar.

Tardeo y Ciberlocutorio son quizás la ventana con la que te ha conocido más gente. ¿Cómo surgió la oportunidad de capitanear dos pódcasts?

Por el azar. La oportunidad de Ciberlocutorio fue a través de Alicia Álvarez, una periodista musical, que era la encargada al principio del proyecto de Radio Primavera Sound. Alicia tuvo muy buen ojo y empezó a escribir a gente muy activa en Twitter que ella creía que podían encajar en el proyecto, aunque nunca hubiesen hecho radio.

Así nos contactó a Anna Pacheco y a mí. Ambas habíamos trabajo juntas en la universidad y somos muy amigas, además habíamos tenido algún proyecto en conjunto, así que preparamos un proyecto y se lo presentamos a Alicia. Y así nació Ciberlocutorio, en un momento en el que en España no había Podcast. ¡Se hacían en Estados Unidos y aquí se les llamaba “programa de internet”, imagínate!

Y luego Tardeo, sí que fue por casualidad. Yo venía del mundo de la publicidad, y justo estaba en el paro en ese momento, porque había dejado el trabajo por ansiedad. En aquel momento hacía producción audiovisual y me gustaba mucho editar videos y justo en aquel momento en Radio Primavera Sound necesitaban a alguien que les ayudase con el tema de edición de videos. ¡Así que fui mujer orquesta! Desde llevar cámaras, grabar videos, editar, hacer piezas para redes… Y justo llegó el verano y la persona que se encargaba del programa de tardes se fue y me lo propusieron a mí.

Nunca me había planteado hacer radio, había hecho prácticas en Cadena Ser, pero nunca me lo había planteado. Lo ví como una oportunidad y ¡desde entonces, cada tarde!

Después de un montón de temporadas, ¿sigue dándote impresión el momento de “estar en el aire”?

Todavía paso nervios, no te engañaré. Quizás Tardeo es el que tengo más por la mano, porque al venir colaboradoras que conozco y somos amigas, es más fácil. Pero me entran muchos nervios cuando son entrevistas con gente que admiro. Me impresiona el pensar en el que voy a entrevistar a una persona cuyo libro me ha gustado mucho. O por ejemplo, el otro día hicimos una tertulia sobre el suicidio y estaba nerviosísima pensando en que todo el mundo estuviese a gusto o no sé malinterpretase nada.

Nosotras solo podemos darte las gracias por liderar espacios para mujeres en los que se traten temas de actualidad e interés para nosotras. Pero, ¿el hecho de crear tanto contenido (y de actualidad), te ha llevado alguna vez al colapso?

¡Cada semana hay un momento lacrimógeno en la oficina! (risas) Quejarse es fácil, pero la verdad es que trabajar en un podcast profesionalizado y cobrar por ello, ya es mucho. Hay mucho trabajo detrás, pero estoy contenta. Lo que pasa es que mi tiempo de ocio, de alguna manera, está enfocado a Tardeo y Ciberlocutorio. Yo leo libros, veo películas o voy al teatro, siempre pensando en temas entrevistables y en contenido futuro para los programas.

Mi día a día es trabajo. Por ejemplo, no me puedo permitir estar mucho tiempo fuera de Twitter, o incluso cuando quedo con mis amigas, estoy pendiente de los temas que hablamos para futuros programas. Pero si, eso agota. A mí hay jueves que en vez de ir al teatro me apetece estar de cañas con mis amigas sin hablar de nada relacionado con el trabajo, también me apetece.

Otra de tus facetas es la de escribir horóscopos para Vogue. ¿Qué te llevó a decantarte por la astrología?

La Astrología llegó también en este momento de cambio, cuando estaba en el paro. Tuve una crisis de identidad y como siempre había sentido curiosidad por el tema de los horóscopos, busqué una escuela en la que hacían astrología psicológica y me apunté. ¡Me encantó!

En aquel momento justo, en 2018, me encontré con la editora de Vice, y le conté que estaba haciendo un curso de astrología y me propuso escribir los horóscopos semanales con un tono desenfadado y más milenial, ya que justo en Estados Unidos había un boom de la astrología y la página de los horóscopos era la más visitada. ¡Aquello fue una locura! Y mira, de ahí, ¡a Vogue!

Somos muy curiosas, ¿nos cuentas algo más sobre este proceso?

Es algo que me cuesta muchísimo hacer. Hay que mirar cada mes los planetas como están colocados y a partir de ahí, según las alineaciones de los astros o los movimientos, adaptarlos. No es que cada signo sea una personalidad concreta, sino que reaccionamos de una manera u otra. Los planetas no tienen un efecto sobre nosotros, sino que son consecuencias. Los aries, si les pasa algo, reaccionan de una cierta manera similar. Y así con todos los signos. Ante situaciones determinadas, hay similitudes en las formas en que lo afrontas o respondes.