MANOS QUE MOLDEAN

LUCIE RIE

PIEZAS DE VERÓNICA MOAR

En Artesana, nuestra colección para el otoño-invierno 25/26, hemos escuchado al material y dejado que sea nuestro guía. Hay algo profundamente humano en tocar lo que nos rodea: los objetos que atesoramos, las cosas que creamos, los materiales que moldeamos con nuestras manos. Porque lo que se moldea con las manos habla un lenguaje antiguo, universal. Como decía Anni Albers: “Tocamos las cosas para asegurarnos de que son reales.”

LUCI RIE

Esa misma verdad habita en la cerámica. En el gesto esencial de dar forma al barro, de convertir la tierra en objeto, en ritual, en arte. Y fueron muchas mujeres quienes, a lo largo del tiempo, desafiaron los límites de lo utilitario para elevarla al lugar que merece: el de las artes mayores.

LUCI RIE

Lucie Rie, con su porcelana serena y contemporánea, nos enseñó que el barro también puede ser vanguardia. Elsa Rady, con sus formas limpias, convirtió la cerámica en arquitectura íntima. Ambas supieron hablar con el barro y dejar que el barro hablara a través de ellas.

MODELO: LYRA NEGRO

VERÓNICA MOAR

Hoy, nuevas manos continúan esa conversación. Simone Bodmer-Turner, con sus piezas que parecen surgir de la memoria colectiva, trabaja el vacío y la forma como equilibrio. Y Verónica Moar, con quien compartimos hace un tiempo la experiencia de entrar en su taller, nos recordó que la lentitud también es un lenguaje. Que crear con las manos es, muchas veces, una forma de cuidado.

SIMONE BODMER

También seguimos de cerca a mujeres que admiramos profundamente: Marta Bonilla, Caterina Roma, Julia Hoji y Miriam Cernuda de Working in the red woods, cuyas obras nos inspiran a mirar lo cotidiano con nuevos ojos, y a valorar la imperfección como belleza esencial.

MARTA BONILLA

La Artesana es un tributo a todas ellas. A quienes trabajan desde el oficio y con el alma. A quienes entienden que en cada objeto hecho a mano hay una historia, un cuerpo, una intención.

Porque en Naguisa, un zapato no es solo un objeto: es una extensión de nuestras raíces, una forma de honrar la materia y una promesa de caminar con sentido. Como la cerámica, nuestros zapatos y alpargatas también tienen alma.