LOOKS QUE ANUNCIAN EL OTOÑO
El otoño se reconoce al tacto: en la
suavidad de la pana, en la calidez de la piel serraje, en el peso justo de los
días que se acortan. Es tiempo de superposiciones, de tejidos que invitan al
contacto y de colores que se apagan con belleza.
Entre esas capas que componen el otoño,
hay tres zapatos que se mueven con naturalidad: Lavinia, Borago y Khov.
Las Lavinia reinterpretan la bailarina
clásica con un gesto artesanal: la puntera con el detalle de una trenzada de
piel y el ante suave se enlazan mediante un lazo fino de piel. Combinadas con
unos pantalones de pana —verdes, tostados o miel—, pueden llevarse con o sin
calcetines, según el clima o el ánimo. Su sencillez las hace infinitas.
Las Borago, en cambio, tienen algo de
juego y ligereza. De espíritu Mary Jane,
con un delicado lazo de piel y una puntera trenzada a mano por nuestros
artesanos, aportan un aire atemporal. Funcionan con pantalones de pana fina y
también con faldas midi o vestidos con vuelo. Basta añadir un calcetín de hilo
o uno de color para transformar el conjunto.
Y cuando los días se vuelven más fríos,
aparecen los Khov, inspirados en la silueta Wallabee.
Su piel refleja la luz tenue del otoño y su suela de caucho aporta ese confort
que pide la estación. Son perfectos con pantalones amplios, vestidos de punto o
faldas cortas que dejan ver un poco de pierna.
Tres formas de habitar el otoño:
distintas, pero coherentes entre sí. Lavinia, Borago y Khov comparten un
espíritu versátil, sereno y honesto. Se adaptan a los días de sol tibio y a las
tardes más frescas, a lo cotidiano y a lo imprevisto.