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DIÁLOGOS CON MARIA VALLÈS
Os presentamos a Maria Vallès, una mujer cuya trayectoria y profunda conexión con su tierra, y el que durante generaciones ha sido el hogar familiar, Mas Palou, la han llevado a emprender un viaje único de revitalización y preservación cultural.
En esta entrevista, Maria comparte con nosotros sus vivencias, recuerdos y proyectos que han marcado su regreso a Mas Palou. Desde su infancia en este lugar especial, moldeada por los aromas y las experiencias únicas que solo este entorno puede ofrecer, hasta su enfoque innovador en la preservación de tradiciones mientras fomenta la creatividad y el intercambio cultural.
Maria, Después de años de experiencias internacionales en diversos campos, ¿qué te impulsó a regresar a Mas Palou y dedicarte a revitalizar la masía familiar?
No fue una decisión para nada racional, simplemente una intuición que decidí seguir y que sorprendió a todos, sobre todo a mí misma. Llevaba unos 8 años estudiando y luego trabajando en distintos continentes y pienso que mi inconsciente se sintió, por un lado, satisfecho por haber visto mucho mundo y aprendido de tantos proyectos, y listo para explorar oportunidades en casa. Tenía clarísimo que en el Penedès tenía mucho por hacer. Por otro lado, también me había dado cuenta de que no estoy hecha para el politiqueo empresarial y mucho menos para disfrutar escalando puestos en una multinacional. Soy más bien introspectiva, disfruto con proyectos creativos que puedo gestionar de inicio a fin y con un impacto claro, y me gusta trabajar de cara al cliente.
Creciendo en un lugar tan especial como este, ¿podrías compartir algún recuerdo particular de tu infancia que creas que ha moldeado tu conexión con este lugar?
Los recuerdos más vívidos que tengo son olores. Cuando empieza el buen tiempo y florece la ginesta, vuelvo a ser una niña pequeña que a primeros de junio sentía la emoción por las fiestas del pueblo que estaban a punto de llegar, y cada vez que siento el olor de la flor lila de la glicina que tenemos en la piscina, me transporto a las tardes de piscina con mis primas. El olor de las flores de almendro a finales de enero es mi favorita, la de la tierra mojada después de la lluvia es mi segunda favorita (recuerdo algunas mañanas recogiendo caracoles antes de ir a la escuela) y, evidentemente, el olor de uva madura durante la vendimia me ha acompañado toda la vida. Y eso sin entrar en los olores de la cocina de mi madre, que dan para un libro entero... Soy una persona muy detallista y observadora, también algo obsesiva, y una de las partes positivas de haber regresado es mi continuo disfrute siendo espectadora de las estaciones año tras año en el mismo sitio.
En Naguisa, creemos en la importancia de innovar manteniendo nuestras raíces y tradiciones. ¿Cómo has logrado este equilibrio en Mas Palou, especialmente con proyectos como la residencia artística y el club de lectura?
Somos una empresa muy pequeña, literalmente una familia, y nuestro objetivo es simplemente poder mantener esta masía, los viñedos y el estilo de vida mediterráneo por muchas más generaciones. Los tiempos han cambiado y cada vez existen menos sitios así, porque es simplemente demasiado caro y difícil, y naturalmente, muchos deciden o se ven forzados a vender. Nosotros luchamos por mantener un equilibrio entre actividades: tenemos viñedos y olivos y producimos vino y aceite, ofrecemos alquiler de nuestras masoverías, hacemos desayunos, unas pocas bodas al año, algunos retiros de empresa, y lo combinamos con actividades artísticas y culturales como nuestra residencia de arte y el club de lectura y vinos. Podríamos hacer eventos cada fin de semana, pero sería insostenible: nosotros vivimos aquí y queremos disfrutar de la vida también. Podríamos hacer residencias artísticas cada mes por amor al arte, pero evidentemente necesitamos facturar.
Mas Palou no solo es un espacio de descanso, sino también un lugar de encuentro cultural y artístico. ¿Cómo crees que estos espacios contribuyen a la comunidad local y a la preservación de la cultura rural?
El acceso a la cultura tiene que estar disponible en todas partes, no solamente en Barcelona. En Mas Palou, opinamos que el arte y la cultura son imprescindibles para la humanidad, y la contemplación y su malentendida inutilidad son necesarias, ahora más que nunca. Para nosotros, es un placer poder ofrecer espacios que contribuyan a la creación y a la discusión e intercambio de ideas y opiniones entre personas locales y extranjeras.
Vuestro proyecto de vinos naturales 'Vinyes de Palou' es una expresión de vuestra conexión con la tierra. ¿Qué os inspiró a comenzar este proyecto y cómo os gustaría que evolucionara en el futuro?
Por ahora, Vinyes de Palou es una exploración de los viñedos de la familia. Después de 40 años sin vinificar, sentimos la necesidad de explorar las uvas que año tras año hacemos crecer y vendemos a bodegas vecinas. Fue un paso natural nacido del amor por la tierra y por el vino, que nos gustaría que evolucionara a un profundo conocimiento de nuestro paisaje y las variedades tradicionales del Penedès para defenderlas y compartirlas con todos los amantes del vino. El vino también es cultura.
Tu aprecio por la tierra y el entorno natural es evidente. Fuera de Mas Palou, ¿tienes algún lugar especial en el mundo que te inspire de manera similar o donde encuentres paz y renovación?
Fuera de Mas Palou suelen atraerme mucho las ciudades, más incluso que los entornos naturales. Encuentro paz e inspiración en metrópolis como Nueva York, Seúl, Tokio o Hong Kong. Pasé mucho tiempo en China y Asia en general, y es un continente al que no puedo evitar regresar siempre que puedo. Es una combinación entre la obsesión por la comida y la estética que comparto con los asiáticos, y las afinidades de valores y culturales que siempre he sentido con las personas de estos países.
Siendo parte de un club de lectura y vinos, nos gustaría saber ¿qué libro ha tenido un impacto significativo en tu vida o en tu forma de pensar y por qué?
L’avinentesa nació en plena pandemia con mi hermana Anna, quien lo lidera, cuando nos dimos cuenta de que la literatura y los vinos fueron imprescindibles para poder sobrellevar los meses de confusión y confinamiento. En el pasado, los libros también nos sirvieron de puente entre los primeros huéspedes que visitaron las masías y nosotras, y recordamos especialmente los primeros volúmenes de Harry Potter que nos llegaron a través de unas huéspedes inglesas. En general, creemos que "La utilidad de lo inútil" de Nuccio Ordine define muy bien nuestra perspectiva de la cultura y la manera como queremos vivirla.
Estos son los favoritos de María ¿Te gustan?
