DIÁLOGOS CON INGRID PICANYOL

INGRID PICANYOL EN SU ESTUDIO

En los últimos 8 años, Ingrid Picanyol ha recorrido el camino soñado para cualquier diseñador/a. Con un prolífico estudio propio y un porfolio repleto de proyectos de toda índole para clientes a lo largo y ancho del globo, la diseñadora multidisciplinaria afincada en Barcelona nos recibe en su acogedor estudio para hablar de procesos, evolución personal y vino natural. ¡Acompáñanos!

MODELO: BELLVER TOPO

Llevas más de 8 años, capitaneando tu propio estudio y trabajando para diferentes clientes. ¿Qué te llevo a lanzarte con tu propio proyecto?

Nunca se me ha dado bien obedecer. Y no es que sea un ser indomable o un alma libre a quien le aterra cualquier tipo de compromiso. Más bien al contrario, porque soy tremendamente trabajadora y disciplinada. Y digo tremendamente por qué hasta hace muy poco desconocía el placer que se siente en no hacer nada. O más bien dicho, en no estar produciendo nada. Dediqué dos años y medio de mi vida a aprender todo lo que pude dentro de un estudio de diseño y renuncié atacada de ansiedad. Atacada por la exigencia con la que me juzgaba a mí misma y por la propia exigencia del camino hacia la madurez.

Para muchas personas quizás dos años y medio no son nada, pero para mí fueron suficientes para llegar a un punto donde solo veía dos opciones para seguir: dedicarme a otra cosa o intentar ejercer la profesión a mi manera. Y esa manera era para mi aún muy incierta, pero tenía claro quería ser yo quien estuviera en contacto directo con el cliente, para poder comprender sus necesidades sin intermediarios. Deseaba proponerle soluciones directamente yo, sin que estas tuvieran que estar consensuadas con un director creativo. Y correr el riesgo de equivocarme. Y después correr la suerte de aprender.

Para nosotras, ese impulso, es todo ejercicio de valentía digno de admirar :) En el sector del diseño gráfico, aun teniendo un portfolio lleno de premios y grandes proyectos que avalan tu valía, ¿crees que el hecho de ser una mujer y joven, crea rechazo para algunas marcas o clientes?

Es una pregunta muy interesante, pero también muy difícil de responder. Puedo hablar de mi experiencia y contaros que a mí esto no me ha sucedido, pero mientras lo escribo tengo también la sensación de que quizás es que no me he dado cuenta. O que muy probablemente lo que suceda es que esas marcas y clientes, que creen que alguien con el sexo masculino diseña mejor que alguien con el sexo femenino, ni me hayan escrito y por eso no he percibido esta discriminación. En todo caso, agradecida de que si hay personas así no se hayan acercado.

Por lo que hemos observado, (el apartado de tu web thoughts es un reflejo) eres una diseñadora que disfruta con el proceso de investigación previo a cada proyecto. ¿Tienes alguna metodología o te dejas fluir?

¡Eso intento! La verdad es que soy poco metódica y un tanto caótica. Tengo notas por todas partes, en las libretas, en el móvil, en post-its, en puntos de libro de libros que leo, … Creo que voy haciendo según cada proyecto sin una ruta predeterminada. Recopilo las reflexiones que voy haciendo, así como todo aquello que me voy encontrando por el camino. Este ejercicio me está permitiendo disfrutar del trayecto y, sobre todo, sobrellevar ese momento tan angustioso de aún no saber cómo resolver un encargo.

Fotografía, packaging, branding, dirección de arte… nada se te resiste, pero ¿qué es lo que más disfrutas haciendo?

Precisamente porque toco varias teclas, disfruto mucho de todas ellas. Tiendo al aburrimiento demasiado rápido, así que en esta multidisciplinariedad me siento constantemente estimulada. No sabría decirte en qué disfruto más ¡Te respondería una cosa y al día siguiente de que la entrevista estuviera publicada desearía cambiarlo! Pero lo que sí que puedo decirte es que, ahora mismo, estoy disfrutando mucho del trabajo en equipo en el estudio. Hace nada hemos creado una campaña para el Festival de Cine de Montaña de Torelló y ha sido maravilloso ver crecer la semilla de una idea a lo largo de varios meses junto a un equipo de cinco personas. Es el proyecto del estudio donde han participado más profesionales y la verdad es que me emociona mucho lo que hemos construido entre todas. Aún ser un proyecto que sitúa la muerte en el centro, para mí es un proyecto cargadísimo de energía. A lo largo de los dos últimos años me ha resultado complicado adaptarme a no trabajar sola, así que me siento muy feliz de estar consiguiendo disfrutarlo.

¡También eres una loca de los vinos naturales! Ese amor te ha llevado a tener tu propio proyecto SANG, en el que combinas diseño, amistad y nada de sulfitos. ¿Cómo nace este proyecto?

¡Sí! ¡Me fascinan! Este proyecto nace confinándome con mi pareja en un apartamento de 35㎡ durante la pandemia. Él también es diseñador gráfico y tiene su propio estudio, pero hasta ese momento no conocíamos nuestra forma de trabajar. Teletrabajábamos a pocos centímetros y empezamos a fantasear con diseñar un proyecto juntos desvinculado de nuestros estudios. Así que decidimos inventarnos uno. En ese momento nos resultaba imposible encontrar vino natural, ya que todos los restaurantes estaban cerrados, y se nos ocurrió crear un proyecto de tienda online para conseguirlo. Le propusimos a Jaume Jordà sumarse al proyecto y aceptó. Jaume era y es cliente mío desde hace ya bastante tiempo, y a parte de dedicarse a distribuir y crear proyectos de vino natural, es un gran apasionado. Es quien me invita a descubrir este mundo por primera vez, quien comparte su particular visión del mundo del vino natural, y quien nos ha contagiado la pasión a los dos. Así que Sang solamente podía existir si él también se sumaba.