Con esas metas en mente, nos lanzamos al desafío de confeccionar una zapatilla que fuera cómoda, versátil y atemporal, y que, además, mantuviera viva la esencia de Naguisa.
Como en un juego creativo, comenzamos a explorar la integración de trenzados de piel y pasados, evocando la sensibilidad de nuestros modelos de primavera-verano. Además, queríamos una suela que nos hiciera pensar en el aspecto natural y crudo del yute, la esencia misma de las alpargatas.