Cuando esto termine cerraré todas las aplicaciones de mi teléfono, abriré esa lista de reproducción que llevo meses elaborando, me pondré los cascos y saldré disparada hacia la calle, dando pequeños saltos de alegría con un dinámico “pas couru”.
Me imagino atravesando el portal de la forma más enérgica posible. Abalanzándome a la calle en un “grand jeté” para así hacer fluir mi ánimo y empezar a sentir mi cuerpo un poco más libre.
Creo que mi primer saludo debería ser con la señora que regenta el colmado de debajo de casa. Ella ha estado allí todo este tiempo, resistiendo y cuidándome a su manera. No creo que haya persona más merecedora de una reverencia, así que está decidido, le dedicaré mi primera “piroutte” a modo de sincero abrazo.
Cuando esto acabe, compartiré con vecinos y transeúntes mi renacimiento a través de la danza. Recorreré con plenitud y entusiasmo cada rincón y expresaré con mi cuerpo lo agradecida que estoy por haber recuperado mi hobby de la infancia.
Después de este tiempo de entrenamiento secreto, espero no estar nerviosa y poder hacer coincidir ese ‘Grand battement’ que llevo ensayando en el salón de casa, con mi paso por la Plaza Mayor. Sería un infortunio tener la oportunidad de disponer de tanto espacio libre y no aprovecharlo como es debido.
Cuando esto termine, tomaré cada oportunidad que la vida me plantee y estaré lista para seguir redescubriendo mi amor por el ballet.