Inauguramos nuestras ‘Shop Stories’, con Marta, la maravillosa mujer que hay detrás del proyecto ämmä. Ämmä es una fantástica tienda en el casco viejo de Bilbao, que además fue una de las primeras en apostar por Naguisa. Desde entonces hasta ahora, Marta se ha convertido en una persona especial para nosotros, una amiga y un referente. Hoy ella nos abre a todas las puertas de su local.
N.: ¿Quién es Marta? Cómo te definirías. (O explicamos brevemente algo sobre ti)
M.: Me gusta mucho la palabra equilibrista. Me siento muy identificada con ella. Siempre me ha acompañado esa sensación de búsqueda del equilibrio y de la belleza. Mi interés por la estética y el arte me llevó a la facultad de Bellas Artes y me licencié en Técnicas Gráficas, quizás la especialidad que más importancia da al proceso creativo. Creo que el disfrute de los procesos es algo que aplico a todo en mi vida, desde hacer unas lentejas a cambiar un escaparate. La composición, el color y los pequeños detalles me obsesionan un pelin. Hasta los 6 años pasé mucho tiempo en una peluquería de barrio arropada por las conversaciones de mujeres. Si a eso añades la vena voyeur que me salió en la adolescencia con las revistas de moda, los estudios de Bellas Artes y el interés que siempre he tenido por cómo nos mostramos al mundo no te queda otra que dedicarte a ofrecer productos estupendos a mujeres maravillosas a las que les apetece disfrutar de una experiencia de compra.
N.: ¿Cuándo abriste ämmä? Nos contarías brevemente la historia de tu tienda? ¿Qué te animó a dar el paso de montar tu propio negocio?
M.: En el 2001 volví de un viaje de esos largos largos y me puse a trabajar envolviendo regalos en una tienda. Ahí empezó todo. 2 años más tarde abría junto a mi pareja LULA, una pequeña tienda en una calle también pequeña del Casco Viejo de Bilbao. Los primeros años fueron muy emocionantes. Vendíamos ropa y complementos de firmas nacionales e internacionales y alguna que otra locura (vendimos hasta tostadoras!) Después de 2 tiendas, 3 hijos y algún que otro batacazo, comencé de nuevo, mi proyecto más personal, ämmä. ämmä proviene del finlandés arcaico y significa mujer. También es madre en euskera y el imperativo del verbo amar. Es una de las palabras que más escucho desde hace 12 años y con la que más se me derrite el alma. Fue todo un acierto encontrarla para llamar así a mi nuevo espacio!
N.: Un momento que siempre recordarás.
M.: Tengo un montón de recuerdos! La vida pasar!! Ser parte de la vida de mis clientas es un regalo. A veces recuerdo con ellas esa prenda que se compraron hace años y que todavía usan, un vestido para el mismo día de la boda, un cambio de sandalia porque justo su hermana se había comprado las mismas, la abuela, la madre y la nieta todas juntas en el probador, la navidad que se fue la luz y trabajamos a la luz de las velas. Hay otra parte de mi trabajo que también disfruto mucho! Las ferias de moda son mis parques de atracciones. Dicen mis compañeras de viajes que se me ilumina la mirada nada más entrar a una feria. Y encontrarme con Claudia en la feria de Nueva York y charlar un rato de sandalias, hijas y vida en general es uno de esos momentos guays a recordar. También ha habido momentos duros, como el día que te llaman de aduanas y te dicen que para entregar el envío de tu nueva firma coreana tienes que pagar de aranceles 1800 euros y se te quema el filete mientras sujetas el teléfono. O ese momento en que tienes que disimular como chorrean tus tetas mientras vendes unos zapatos y oyes a tu hija llorar de hambre en la puerta. Las madres autónomas tenemos muchas historias de conciliación como para una serie de éxito en Netflix! Y la pandemia claro. El día que baje de casa a tapar con plásticos los escaparates, cerrar la persiana sin saber cuando iba a volver, la vuelta emocionante que vivimos…